miércoles, febrero 02, 2011

¿Resurgir de las cenizas como al Ave Fenix?

Ya estoy aquí de nuevo. No recuperada del todo, pero por lo menos ya puedo utilizar los dedos para escribir y la mente para pensar.
Tras tres días con el frío metido en el cuerpo, el viernes a medio día me empezó a doler la garganta, no podía tragar. El dolor era ligero pero conforme pasaba el día se volvía insoportable. Fui a gospel porque tenía varios cometidos importantes; uno llevaba todo un mes esperando y no podía permitirme el lujo de volver a esperar un mes más por no ir el viernes. Y era darle un peazo de abrazo enorme a Magda una de mis seguidoras fieles y a su marido. Son encantadores y lástima que no tuve más tiempo para estar con ellos, porque me encontraba fatal, fatal... muak, palabrita de niño Jesús. Tanto es así, que cuando nos fuimos y no metimos en el coche, ya casi llegando a Sabadell a dejar a Vera, tenía la espalda tan agarrotada y me dolía tanto de apretar por el frío este que no me abandona que le pedí que me hiciera un pequeño masaje en la espalda. Pero fue muy gracioso, el viernes llovía y llevaba los limpia. Vera con su super mano masajeadora me iba haciendo masaje y yo iba embobada por la fiebre que tenía mientras se me iba cayendo la babita los limpias iban pasando de izquierda a derecha, hasta que por fin me di cuenta de que ya no llovía y que la única función que tenían los limpia eran hipnotizarme; casi lo logran, pero los paré a tiempo.
Dejé a Vera y loca por llegar a casa y meterme en la cama, me puse el pijama, me puse el termómetro 38,5 de fiebre y no se me fue la fiebre, ni el sábado, ni el domingo, ni el lunes, ni el martes. Y mi vida se paró en seco. No podía tragar, era como si tuviera cuchillos en la garganta. Mis amígdalas, en principio eran como dos pelotas de golf y pasaron a convertirse en dos grandes pelotas de tenis pero unidas. El resultado es una cara completamente desfigurada por una gran papada. El sábado no tuve narices de salir de la cama, ni comer porque no podía tragar, nada ni el líquido. El domingo por la tarde, en un momento de lucidez, me levante, me duché y Jordi me llevó a urgencias. Diagnóstico: amigdalitis aguda (pero muy aguda). Me mandaron un antibiótico y para casita. Dos días después, después de la peor noche que jamás haya pasado en mi vida, Jordi tomó la determinación de llevarme al Hospital de Terrassa a que me echaran un vistazo. Mi cara estaba más hinchada todavía. Llegamos al hospital a las 9:30 y salimos a las 16:10 h más o menos. Cuando me vieron las doctoras se echaron las manos a la cabeza. Me tomaron la tensión y estaba muy baja a 8 - 6 (sin comer desde el viernes ya me contaréis), cuando me puso el palo en la boca y enfocó con la lucecita y vió todo lo que había en mis amígdalas, rápidamente me pusieron una vía, me inyectaron directamente el medicamento en la vena y me plantaron una botella de suero. Me hicieron análisis de sangre. Después me sacaron más sangre porque uno de los tubos se les estropeó. Me hicieron exploración en la barriga. Querían descartar que fuera Mononucleosis, que antes no se oía y ahora se oye por todas partes. Por suerte, se ha quedado en una amigdalitis agudísima de campeonato. Me han cambiado la amoxicilina (antibiótico) y ahora tomo 2000 mg de augmentine plus (dos pastillotes enormes de 1000 grs cada uno, que para tragarme por estas amigdalas que no me entran ni agua, las tengo que partir en dos y es una odisea tomármelas), una pastilla de cortisona (3 días) (por suerte, a ver si ahora me voy a engordar lo que me he adelgazado con la cortisona que engorda un montón), y ibuprofeno cada 8 horas. Todo en pastillas para pasar por mi linda garganta dolorida y llena de vete tu a saber qué. Me tomé la primera pastilla de cortisona esta tarde y magia, ha hecho magia. Hasta esta mañana no podía hablar, esta tarde ya me la he pasado colgada al teléfono: Llamé a P. para ver si me podía recoger a Júlia de piscina y llevársela a casa hasta que la pasara a buscar Jordi sobre las siete y media ocho menos cuarto, media hora con Lourdes que me llamó, con Andy que he cortado porque me entraba una llamada de mi cuñada Rosana para ver como estaba, cuando colgué volvi a llamar a Andy para retomar la conversación que se volvió a cortar porque le entró a ella una llamada y cuando colgó me volvió a llamar. Después hablé con mi amiga Iphone, que me llamó, después me llamó E. que no tenía ni idea que estaba enferma, después mi madre,que ya ha vuelto de vacaciones de Benidorm por fin!!!! También habé con Vera. Vaya venganza hoy, desde el viernes sin hablar y con la pastillita mágica de cortisona, vualá, recuperé el habla. Ahora sí acabé agotada de tanto teléfono. Me faltó una llamada a J. pero intentaré llamarla mañana por la mañana a ver si puede hablar con ella.
Durante todo este lapsus en mi vida ha dejado de existir lo real para dar paso a la locura, sueños estrambóticos y surrealistas provocados por las altas fiebres, que iban y venían a mi cuerpo.
Después prohibido fumar. He llegado al convencimiento que esta amigdalitis me ha sido enviada por alguien para que deje de fumar y no lo posponga más. No he fumado (bueno he dado alguna calada para matar mi ansia de nicotina, pero que putoasco que malo estaba y por eso he dado tres caladas y fuera).
He sido capaz de aguantar, me quedaban dos cigarros y cuando se me acabaron d¡je que ya no iba a comprar más. Pero el lunes por la mañana, ya no sabía que hacer, entre los sudores de la fiebre y del mono me destrocé las uñas de la mano derecha, tan perfectas que las tenía, y antes de destrozarme las de la otra mano, me cogí la guía para dejar de fumar que me dio la enfermera y me la leí de principio a fin. Conseguí despistar en varias ocasiones a la mente en cuanto me pedía nicotina, me puse a montar la escuela de los barriguitas que estaba medio desmontada, en otra ocasión me lavé los dientes, en otra ocasión puse a dormir directamente, todo para no caer en la tentación y librarme del mal... pero no tenía tabaco y eso me ponía muy nerviosa, el saber que en un momento de debilidad no tenía tabaco me generaba mucha ansiedad, así que cuando vino Jordi bajé a comprar un paquete: el último (espero). Además compré Camel yo simpre fumo Lucky. No he tomado café para no asociar el tabaco al café, estoy cambiando hábitos. Y hoy cuando volví del hospital, mientras Jordi fue a buscar los medicamentos en la farmacia, yo me he quedado en el Cap, pidiendo hora en el médico para seguimiento de la amigdalitis y los análisis que me hice el otro día y también para la enfermera, para intentar arrancar mi plan de dejar de fumar. A ver si lo consigo. Mañana creo que cuando vaya a comparme ultra levura, para evitar que tanto antibiótico destroce mi flora intestinal, me compraré ya unos chicles de nicotina para mascar en cuanto el monstruo que llevo dentro me pida vicio.
Lo positivo de todo esto es que he bajado casi un kilo más, de nuevo récord de peso: 58,600 Kg. 
El lunes, yo estaba tirada en el sofá y cuando llegaron del cole ¡fiesta!, se colaron debajo de mi manta y las tres tiradas en el sofá viendo dibujitos hasta que vino Jordi de trabajar y la mama se fué a la cama que estaba destrozada.
Y hoy martes, después de este lapsus en mi vida, he retomado de nuevo mis deberes y obligaciones como madre y ya he vuelto a los baños, a los cuentos y a los luralás y dormirlas...¡cuánto lo echaba de menos!

3 comentarios:

granotaipanema dijo...

HAZ EL FAVOR DE DEJAR DE FUMAR!!! EL TABACO ES CACA!!!!!!(tus niñas seguro que te lo dicen!!)

y recuperate bien pronto para poder volver a ser SUPER-WOMAN!!

maria josé dijo...

Estoy en ello, estoy en ello...

Magdalena dijo...

Bon dia!
Ya me extrañaba que no escribieras nada estos días, la verdad es que el viernes yo te vi francamente mal y me preocupé mucho. He pensado que era mucho amor al góspel para no perder el ensayo, pero al leer tu compartir y ver que yo también tengo una parte de “culpa”, me ha llenado de felicidad. Hoy quiero darte las gracias de una manera “muy efusiva” por el blog. Desde que llegué estuve mirando si te veía y realmente cuando nos hemos encontrado y te he abrazado me has transmitido mucho amor, me siento muy afortunada. A mí, personalmente, me supo a poco que no pudiéramos hablar pero ya viste que a veces nuestros planes cuando se cruzan con los de otros, se modifican.
Como padezco de refriados bastante continuos y mi garganta se resiente, sobre todo cuando mis chicos y chicas, como hoy, que estoy “como una sopa” me hacen levantar la voz, se quedan con mis energías y me dejan con un hilito de voz, no sé qué voy a hacer hoy en el ensayo.
Yo también necesitaría quedarme unos días en casa para terminar trabajo de despacho que tengo atrasado y ordenar papeles, armarios, etc. Y hacer un poco de maruja viendo la tele, pero resulta que este patrón de comportamiento mío de responsable no me lo permite. Ni cojo la baja, soy una funcionaria, muy atípica.
Me alegro de que dejes de fumar, Luis es una chimenea, pero ayer al ver que no respiraba por esta narizota grande, tuvo a bien ir a fumar a la habitación de nuestro hijo. Por cierto, no te he dicho que tenemos un hijo de 32 años que vive en Donosti .
Leer tus historias cotidianas hacen que te vea como una persona muy cercana a mí, me encanta tu optimismo y dinamismo, eres genial.
El domingo nos vemos llegaremos un poco justos de tiempo para las 12 del mediodía.
Ya te explicaré algunas historias, ahora no puedo.
Besitos

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