lunes, marzo 08, 2010

Fin de semana tranquilo
Este fin de semana a sido bastante tranquilo. Sábado por la mañana rutina sabadina: gestión y administración de manchas y colada. Y poco más. Este fin de semana con el super catarro que tengo no me ha apetecido hacer gran cosa.
Sábado por la tarde, vino mi madre a casa para quedarse con las nenas y nos escapamos al hospital a ver a mi vecina. Por la noche, Júlia me ayudó a decorar una pizza con jamón york, olivas, óregano, pimiento rojo y queso. Que luego casi ni probó. Es un pajarillo comiendo.
Este sábado ha pasado sin pena ni gloria, pero la verdad es que yo tampoco estoy para mucho. No me fui a dormir muy tarde porque estaba que me moría, como si me hubiese pasado una apisonadora por encima.
El domingo no podía levantarme de la cama, pero estas niñas a las 7:30 más o menos parece que tengan un muelle. Bueno, Júlia hubiese seguido durmiendo de no ser que Berta se ha salido de su cuna, se ha ido a la cama de su hermana y se ha puesto a saltar encima de la cama y de su hermana. Entonces Julieta ha empezado a gritar "papa, papa, papa...la Berta no em deixa", y el papa se ha levantado y ha ido al rescate de Júlia.
Cuando yo digo que son listas, es que lo son. Julieta ha llamado a su padre porque sabe perfectamente que si sus cuerdas vocales hubiesen pronunciado "mama, mama, mama..." probablemente le hubiese costado un poco más obtener respuesta a esas horas intempestivas de la mañana de un domingo y más hoy en mi estado catarral catastrófico.
Se levantó Jordi y empezó la fiesta. Bibis, colacaos y follón: han tocado el pianito, han cantado por el maldito micrófono de la Blancanieves hasta que han hecho huir a los pobres enanitos serigrafiados en el pie del micro despavoridos; han estado pintando y aporreando la mesa con los colores, se han paseado con el coche de las princesas y el coche nuevo salón arriba y abajo tocando todos los malditos ruidosos botones, hasta que ya el ruido y mi conciencia me han dicho que me levantara. Eran las 10 de la mañana pero hoy hubiera seguido, por lo menos, estirada en la cama.
Me he sentado en el sofá con las nenas a ver un trocito de peli de la Princesa Cisne y luego me fui a escuchar un concierto de piano de Berta. La verdad es que tiene madera y si no, juzgarlo vosotros mismos.
En un momento dado Jordi me ha explicado sus objetivos del día entre los cuales se encontraba el hacerme un pastel sorpresa con la Julieta por mi cumpleaños, y le he dicho que si era sorpresa por qué me lo decía y me ha contestado para que me haga la sorprendida cuando lo vea...
Me he ido a comprar el periódico donde salía lo del accidente y con las nenas un ratillo al parque para que se relajaran y hacía un frío del carajo, lo cual para mi resfriado no iba nada bien. Después de comer un rustidito de pollo que se ha currado Jordi me he pegado una siesta en el sofá increíble. Parecía que me había caído del piso de arriba. Este fin de semana me he permitido el lujo de no hacer ni el huevo que ya me tocaba. Después me han venido a despertar los tres cantando el cumpleaños feliz con el pastel sorpresa y las velas encendidas. Con cara de sorprendida por el pastel, he pedido mi deseo y me ha costado un poco apagarlas pero lo he conseguido. Hemos merendado pastel de cumpleaños con decoración improvisada y después Jordi ha subido el teclado del trastero y nos hemos puesto a ensayar para un conciertillo que montaremos en la guardería de Berta. Siempre me están diciendo que a ver cuando voy a cantarles. Me he comprometido a ir un día y cantarles algunas canciones. Mientras ensayábamos Júlia y Berta han estado bailando y cantando. Berta no paraba de apagar la luz a ver si su padre no veía los acordes en la partitura y dejaba de tocar y como consecuencia yo de cantar...
Hoy Berta estaba especialmente irritable por los malditos dientes que no acaban de salir y le ha costado vida y milagros dormirse. Todo el rato saltaba de la cuna por la barandilla. Tenemos que comprarle ya una cama pero estoy dándole vueltas y vueltas al coco a ver como organizo la habitación. Y así sigo esperando una inspiración divina que me de la clave de como hacerlo.
Después me he mirado el correo electrónico y una compañera de gospel nos ha enviado unos videos y cual ha sido mi sorpresa que en los dos salía Clarence uno de los chicos que me cantó el cumpleaños feliz a lo Merilyn & Monroe. Miradlo y flipar con lo bien que canta, es el negrito de las trencitas. Me ha emocionado recibir estos videos. Gracias Cristina.
Mirándolos empiezas a imaginarte como pueden ser sus vidas. Llegan de un país lejano, sin conocer a nadie, ni la cultura, ni las costumbres y te pones a tocar en la calle para sobrevivir. Como puede tener tanto talento este chico y estar tocando en la calle. Seguramente lo ha escogido él, pero opino que debería tener por lo menos cuatro grammys. Estoy muy agradecida de haber recibido uno de los mejores regalos que me podían haber hecho, "happy birthday" cantando por estas dos fieras Clarence Bekker y Hugo.

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